El Seminario sobre Historias y Culturas de África Central y Oriental se centra en el estudio de estas dos regiones - tal como fueron diseñadas por la Unión Africana- para abordar las características comunes a cada una de ellas haciendo especial énfasis en sus trayectorias históricas, el lugar que tuvieron en la construcción del imaginario occidental sobre todo el continente, sus aportes, proyectos y materializaciones en la lucha anticolonial y en la construcción de sociedades independientes, las relaciones entre identidades culturales e identidades políticas y las formas de procesamiento - institucional y social- de episodios violentos del pasado reciente. Asimismo, este seminario se propone analizar la vinculación entre ambas regiones a partir de los vínculos económicos y políticos, la migración -voluntaria y forzada-, el idioma y la religión.

La región del África meridional cuenta con características geoespaciales, así como culturales e históricas que la distinguen como tal del resto del continente africano. La diversidad étnico-lingüística, los movimientos migratorios y las experiencias coloniales, entre otros factores, han modelado las características específicas de la región. Al analizarla de manera conjunta, es posible poner en diálogo casos que suelen habitualmente estudiarse como excepcionales. Nos proponemos trazar ejes de análisis que permitan trascender los estudios basados en los límites territoriales. De esta manera será posible comparar, así como observar continuidades y experiencias transnacionales que dan cuenta de las particularidades comunes a los territorios pertenecientes a la región. Las experiencias de esclavitud y trabajo forzado, los procesos migratorios, así como las políticas de educación, mestizajes y segregación son algunos de los temas centrales que proponemos para analizar en la región.

El seminario reflexiona y proporciona herramientas para afrontar las problemáticas que surgen al correrse de una mirada eurocéntrica, que es su impulso y objetivo principal. Pensar las relaciones entre culturas diversas deberá partir necesariamente de la desigualdad como eje vertebrador e ineludible de esas relaciones. Para pensar la desigualdad en este contexto es imprescindible reparar en el tránsito, ocurrido en los inicios de la posmodernidad, desde la perspectiva marxista, que se centraba en la desigualdad de clase y subordinaba todas los otras formas a ella, a una perspectiva surgida con el postestructuralismo que pensó la desigualdad en términos culturales y de identidad. Ese tránsito fue el que fundó los estudios poscoloniales, disciplina que fue hegemónica en las últimas décadas, concentrada especialmente en el problema que nos ocupa, que es el de la desigualdad en las relaciones interculturales, y que vio a la colonización como la matriz efectiva de esas desigualdades