Vanguardias estéticas y culturales
Las vanguardias, durante el siglo XX, permitieron poner en consideración debates acerca de las transformaciones del arte y la cultura: la desaparición o puesta al límite de la diferencia visual entre copia y original; la pregunta por la reproductibilidad como una pérdida de lo que está ahí, localizado, temporal o histórico, que pierde la unicidad de la existencia en el lugar en que se encuentra, tal como considera Walter Benjamin; la transformación de la concepción de la naturaleza, en cuanto a la fundamentación de los artistas vanguardistas, de que su creación es originaria más que original, es decir, de origen, una creación ex-nihilo. En tal sentido, la naturaleza y la técnica son parte de la discusión del inicio de las prácticas de vanguardia.
Theodor Adorno sostiene que hay una nostalgia por esa naturaleza dañada, una promesa incumplida de felicidad. Según el autor la unidad está perdida y esa promesa es ilusoria. Desde esta perspectiva se comprende que la técnica artística permita que se manifieste la materialidad en estado negativo. A su vez, la vanguardia se define como un constante deseo de revolución y la expectativa del mundo industrial se describe en una relación de tensión con la mímesis.
El texto ya clásico de Peter Bürger sobre las vanguardias ofrece el desarrollo de una teoría destinada a la comprensión de los aspectos fundamentales que hacen a la constitución del problema histórico que este seminario aborda. En este sentido, según el autor, la formación de las vanguardias compromete tres aspectos sustanciales: su carácter anti- institucional, la crisis de la categoría de obra y la articulación con la praxis vital. Sin embargo, los aportes de esta obra fundamental que, entre otras cosas, contribuyó al desarrollo de una teoría latinoamericana de la vanguardia. Lejos está de agotar las múltiples complejidades y devenires que hacen al estudio y problematización del tópico, por lo tanto su lectura ya contiene una revisión crítica. En este sentido, este seminario se propone retomar ese trabajo pionero a la luz del desarrollo, derivaciones y desplazamientos que afectan al concepto de vanguardia, considerando para ello las confrontaciones entre herencias artísticos -culturales europeas y la construcción latinoamericana del pensamiento en su definición.
Nos proponemos abordar la vanguardia como una función. Esto es como un fenómeno de condición inestable por su misma naturaleza crítica que, sin embargo, persiste en renacer y desplazar su conformación original de acuerdo a los desafíos que imponen las variaciones políticas, sociales y tecnológicas de los diferentes contextos. En ese marco, las cualidades que advierten las diferentes reverberaciones del fenómeno sufren desplazamientos, que incluso en ocasiones lo llevan a cuestionar sus características originales como el carácter autónomo del arte en sus inicios.
De este modo, este seminario se propone aportar un marco crítico para el estudio y elaboración de una teoría actualizada en torno a las vanguardias que considere sus transformaciones históricas, comprendiendo a su vez las distancias y continuidades que la categoría plantea según se desarrolle en el marco del arte o de la cultura. El momento aurático y la desilusión o su pérdida, la reproductibilidad en tensión con la historicidad, las producciones artísticas en relación con la vida resultan ejes fundamentales para debatir sus definiciones, tanto en el pasado como en el presente, entre lo universal o lo particular.
El presente programa se articula a partir de diferentes ejes que permiten problematizar el desarrollo de las vanguardias desde el inicio del siglo XX hasta la actualidad, priorizando la contrastación de casos que permitan acompañar la reflexión teórica. Es así que la presentación de los textos teóricos busca desplegarse en una tendencia que pretende por un lado visualizar el desarrollo histórico del debate (desde las vanguardias históricas a las producciones contemporáneas); y por otro, incorporar la relación arte-cultura en la problematización del concepto.
Es importante considerar que haremos un estudio a través de obras visuales, donde los conceptos artístico desplegados en la problematización de las nociones de copia, original, pérdida del aura, transformaciones técnicas, movimientos del sujeto reflexionan sobre un modo de reconocer que propone cambios en la sensibilidad que inciden en las discusiones de la cultura pensada como la estabilización de las experiencias.
Theodor Adorno sostiene que hay una nostalgia por esa naturaleza dañada, una promesa incumplida de felicidad. Según el autor la unidad está perdida y esa promesa es ilusoria. Desde esta perspectiva se comprende que la técnica artística permita que se manifieste la materialidad en estado negativo. A su vez, la vanguardia se define como un constante deseo de revolución y la expectativa del mundo industrial se describe en una relación de tensión con la mímesis.
El texto ya clásico de Peter Bürger sobre las vanguardias ofrece el desarrollo de una teoría destinada a la comprensión de los aspectos fundamentales que hacen a la constitución del problema histórico que este seminario aborda. En este sentido, según el autor, la formación de las vanguardias compromete tres aspectos sustanciales: su carácter anti- institucional, la crisis de la categoría de obra y la articulación con la praxis vital. Sin embargo, los aportes de esta obra fundamental que, entre otras cosas, contribuyó al desarrollo de una teoría latinoamericana de la vanguardia. Lejos está de agotar las múltiples complejidades y devenires que hacen al estudio y problematización del tópico, por lo tanto su lectura ya contiene una revisión crítica. En este sentido, este seminario se propone retomar ese trabajo pionero a la luz del desarrollo, derivaciones y desplazamientos que afectan al concepto de vanguardia, considerando para ello las confrontaciones entre herencias artísticos -culturales europeas y la construcción latinoamericana del pensamiento en su definición.
Nos proponemos abordar la vanguardia como una función. Esto es como un fenómeno de condición inestable por su misma naturaleza crítica que, sin embargo, persiste en renacer y desplazar su conformación original de acuerdo a los desafíos que imponen las variaciones políticas, sociales y tecnológicas de los diferentes contextos. En ese marco, las cualidades que advierten las diferentes reverberaciones del fenómeno sufren desplazamientos, que incluso en ocasiones lo llevan a cuestionar sus características originales como el carácter autónomo del arte en sus inicios.
De este modo, este seminario se propone aportar un marco crítico para el estudio y elaboración de una teoría actualizada en torno a las vanguardias que considere sus transformaciones históricas, comprendiendo a su vez las distancias y continuidades que la categoría plantea según se desarrolle en el marco del arte o de la cultura. El momento aurático y la desilusión o su pérdida, la reproductibilidad en tensión con la historicidad, las producciones artísticas en relación con la vida resultan ejes fundamentales para debatir sus definiciones, tanto en el pasado como en el presente, entre lo universal o lo particular.
El presente programa se articula a partir de diferentes ejes que permiten problematizar el desarrollo de las vanguardias desde el inicio del siglo XX hasta la actualidad, priorizando la contrastación de casos que permitan acompañar la reflexión teórica. Es así que la presentación de los textos teóricos busca desplegarse en una tendencia que pretende por un lado visualizar el desarrollo histórico del debate (desde las vanguardias históricas a las producciones contemporáneas); y por otro, incorporar la relación arte-cultura en la problematización del concepto.
Es importante considerar que haremos un estudio a través de obras visuales, donde los conceptos artístico desplegados en la problematización de las nociones de copia, original, pérdida del aura, transformaciones técnicas, movimientos del sujeto reflexionan sobre un modo de reconocer que propone cambios en la sensibilidad que inciden en las discusiones de la cultura pensada como la estabilización de las experiencias.
Educación y Política en América Latina
Educación, revolución y contrarrevolución en América Latina.
La propuesta de este seminario es el enfoque de la Historia de Latinoamérica a partir del abordaje de la relación entre procesos revolucionarios, la reacción a esos procesos y el campo de la educación como parte del cambiante entramado socio-político desde la década de 1950. Nos proponemos enfocar nuestra atención en tres escenarios nacionales: Chile, Cuba y Paraguay. Nuestra tarea pondrá, por una parte, atención sobre el proceso socio-político de cada uno de estos países como recortes particulares en el escenario latinoamericano que serán abordados mayoritariamente a partir de textos producidos por autores locales. La segunda dimensión será el análisis de las iniciativas educativas desplegadas en estos escenarios tanto como parte de las políticas oficiales como desde el campo de la organización popular y/o de los trabajadores y trabajadoras. Este registro parte de la distinción freireana entre educación e iniciativas educativas, siendo la primera expresión sistemática de la política estatal y las segundas expresión del entramado de la organización popular en desarrollo.
La idea que articula esta propuesta es que los procesos latinoamericanos que se plantearon un horizonte revolucionario de transformación de las estructuras económico-sociales desplegaron sus perspectivas específicas en el campo de la educación a partir de un eje común: la Revolución no sólo reconfigura el escenario social, político y económico sino que es al mismo tiempo un proceso de conformación de nuevas subjetividades. La ofensiva contrarrevolucionaria se expresó también en sus propios proyectos en el campo de la educación que adoptaron configuraciones diferentes en el período en estudio: la educación patriótica como respuesta al peligro rojo, las más sofisticadas iniciativas de la pedagogía desarrollista en el marco de la Alianza para el Progreso en sus diferentes configuraciones nacionales y finalmente las políticas educativas entramadas en el proyecto neoliberal que en América Latina han tenido como referencia el modelo chileno cuyo despliegue este programa también aborda. Si como señalan diversos referentes de la llamada pedagogía crítica el campo de la educación es siempre un campo de disputa, en el escenario latinoamericano desde los años ’50 esa disputa aparece inseparablemente ligada a procesos de liberación nacional y social tanto como la reacción a esos procesos.
En Cuba la educación estuvo desde los años de la lucha antidictatorial entramada con el proceso revolucionario al punto de plantearse tempranamente la política educativa como parte de la lucha de liberación y la construcción del socialismo en un encuentro de la tradición martiana, la pedagogía mambisa y los aportes pedagógicos del campo socialista. En Chile las tradiciones democráticas del magisterio chileno y del movimiento popular a lo largo del siglo XX confluyeron con un particular recorte de la experiencia educativa socialista y la pedagogía de la liberación de matriz social-cristiana para configurar la política educativa de la Unidad Popular en el gobierno en los años setenta. En Paraguay el régimen stronista que se instaló en el poder en los años cincuenta obturó las posibilidades de organización social y política por fuera de su control y desplegó una política educativa que llevaba inscripta una perspectiva socialmente disciplinadora y culturalmente homogeneizante a la que respondió por fuera de los límites de la escuela oficial el movimiento de las escuelas campesinas de las Ligas Agrarias Cristianas (LAC) y su perspectiva liberacionista. El escenario chileno a partir del Golpe de Estado de 1973 es el del disciplinamiento social en pos de un reordenamiento en clave neoliberal que incluyó el desmantelamiento del Estado Docente y la preeminencia del mercado, configurando un modelo que constituyó y continúa siendo una referencia para diferentes configuraciones de la derecha latinoamericana.
La propuesta de este seminario es el enfoque de la Historia de Latinoamérica a partir del abordaje de la relación entre procesos revolucionarios, la reacción a esos procesos y el campo de la educación como parte del cambiante entramado socio-político desde la década de 1950. Nos proponemos enfocar nuestra atención en tres escenarios nacionales: Chile, Cuba y Paraguay. Nuestra tarea pondrá, por una parte, atención sobre el proceso socio-político de cada uno de estos países como recortes particulares en el escenario latinoamericano que serán abordados mayoritariamente a partir de textos producidos por autores locales. La segunda dimensión será el análisis de las iniciativas educativas desplegadas en estos escenarios tanto como parte de las políticas oficiales como desde el campo de la organización popular y/o de los trabajadores y trabajadoras. Este registro parte de la distinción freireana entre educación e iniciativas educativas, siendo la primera expresión sistemática de la política estatal y las segundas expresión del entramado de la organización popular en desarrollo.
La idea que articula esta propuesta es que los procesos latinoamericanos que se plantearon un horizonte revolucionario de transformación de las estructuras económico-sociales desplegaron sus perspectivas específicas en el campo de la educación a partir de un eje común: la Revolución no sólo reconfigura el escenario social, político y económico sino que es al mismo tiempo un proceso de conformación de nuevas subjetividades. La ofensiva contrarrevolucionaria se expresó también en sus propios proyectos en el campo de la educación que adoptaron configuraciones diferentes en el período en estudio: la educación patriótica como respuesta al peligro rojo, las más sofisticadas iniciativas de la pedagogía desarrollista en el marco de la Alianza para el Progreso en sus diferentes configuraciones nacionales y finalmente las políticas educativas entramadas en el proyecto neoliberal que en América Latina han tenido como referencia el modelo chileno cuyo despliegue este programa también aborda. Si como señalan diversos referentes de la llamada pedagogía crítica el campo de la educación es siempre un campo de disputa, en el escenario latinoamericano desde los años ’50 esa disputa aparece inseparablemente ligada a procesos de liberación nacional y social tanto como la reacción a esos procesos.
En Cuba la educación estuvo desde los años de la lucha antidictatorial entramada con el proceso revolucionario al punto de plantearse tempranamente la política educativa como parte de la lucha de liberación y la construcción del socialismo en un encuentro de la tradición martiana, la pedagogía mambisa y los aportes pedagógicos del campo socialista. En Chile las tradiciones democráticas del magisterio chileno y del movimiento popular a lo largo del siglo XX confluyeron con un particular recorte de la experiencia educativa socialista y la pedagogía de la liberación de matriz social-cristiana para configurar la política educativa de la Unidad Popular en el gobierno en los años setenta. En Paraguay el régimen stronista que se instaló en el poder en los años cincuenta obturó las posibilidades de organización social y política por fuera de su control y desplegó una política educativa que llevaba inscripta una perspectiva socialmente disciplinadora y culturalmente homogeneizante a la que respondió por fuera de los límites de la escuela oficial el movimiento de las escuelas campesinas de las Ligas Agrarias Cristianas (LAC) y su perspectiva liberacionista. El escenario chileno a partir del Golpe de Estado de 1973 es el del disciplinamiento social en pos de un reordenamiento en clave neoliberal que incluyó el desmantelamiento del Estado Docente y la preeminencia del mercado, configurando un modelo que constituyó y continúa siendo una referencia para diferentes configuraciones de la derecha latinoamericana.
Teacher: juan pablo nardulli